Fueron 8 días de entrega a diferentes necesidades que se coordinaron con anticipación con las familias de la localidad de la octava región. Desde construcción, pintado, desmalezado hasta oraciones con las familias, talleres y por supuesto la alegría de compartir la vida esos días.
Los 50 jóvenes voluntarios que viajaron al lugar fueron muy bien recibidos por todos los habitantes de la ciudad y los pueblos cercanos.
Marisol Sánchez, parte del equipo coordinardor de la misión, reflexionó sobre la experiencia:
“Y así nos despide esta linda comunidad de Antuco con lluvia hermosa. Gracias a todos los voluntarios que participaron de esta semana de misiones, Damos las gracias a las familias de Abanico, Peluca, Las Rosas y El Canelo, por habernos recibido.... Dios fortalezca estas comunidades día a día!!!!”
Fuente: VEJ - Comunicaciones Santiago
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